¿Fan de las renovaciones? Hacer un cambio en nuestro hogar es algo así como “renovarse uno mismo”. Renovar los pisos interiores es una de las formas más efectivas de cambiarle la cara a nuestra casa. A veces necesitamos darles una nueva cara a los diferentes espacios y no lo hacemos por miedo a encarar grandes obras. Nos preocupa el tiempo y el dinero, por eso queda en solo un deseo y no en algo concreto.

La nueva generación de reformas busca la mayor rapidez en la realización de las obras evitando a la vez la incomodidad de los usuarios. Cambiar el suelo había sido hasta ahora uno de los trabajos más engorrosos y molestos, porque generaba muchos escombros y afectaba seriamente a la habitabilidad de un espacio (suele quedar inutilizado durante el tiempo que duran las obras). Pero los nuevos conceptos permiten cambiar el piso como si fueran un elemento más de la decoración, con inmediatez y limpieza, para adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias del usuario.

Te contamos algunas ideas para que cambiar los pisos de casa no sea imposible y puedas hacerlo sin hacer ningún tipo de obra.

Pisos flotantes

Estos surgieron como alternativa a la madera. Suelos que imitan a la perfección este material, pero mucho más resistentes y aguantan el agua sin estropearse. Son los que más se suelen colocar a la hora de realizar algún tipo de reforma. Necesitan un suelo previo regular y sin desniveles. Una de las principales ventajas de estos tipos de pisos es su practicidad. Los pisos flotantes se pueden colocar casi sobre cualquier superficie, su espesor moderado permite no tener que levantar el piso existente para colocarlo sin clavar, sin atornillar y sin pegar al suelo; simplemente apoyados, “flotando” sobre la superficie. Hay distintas calidades que definen su grado de dureza y resistencia al desgaste, como su reacción ante manchas, rasguños y quemaduras. Es apto para lugares que cuentan con loza radiante y no se decolora con la luz del sol.

Microcemento Alisado Polimérico

El microcemento está de moda. Microkit es un producto de uso interior diseñado específicamente para realizar superficies en pisos y paredes. Puede ser utilizado tanto en superficies nuevas, revoque grueso o fino en parámetros verticales, como así también sobre pisos ya existentes. Es un material que permite su aplicación sin levantar el suelo anterior. Si bien, es necesario realizar una pequeña obra, su colocación es sencilla. Tiene un espesor bastante escaso y da un acabado industrial muy decorativo.

Su formulación, en base a polímeros sintéticos elastoméricos, auxiliares de última generación y cemento blanco seleccionado, permiten la realización de un mortero cementicio para capas de bajo espesor de 1 a 3 mm. con excelentes propiedades mecánicas, trabajabilidad, adherencia y baja absorción de agua.

  • Si la superficie existente es de cemento alisado, baldosas graníticas, cerámicas, etc., las mismas deberán ser lavadas con detergente para dejarlas libres de suciedad y grasitud. Si a la superficie se le aplicó cualquier tipo de cera, no se recomienda su aplicación.
  • En caso que haya partes flojas, las mismas deben ser reparadas o hacer nuevamente la carpeta, ya que de la misma depende el resultado óptimo del producto.
  • Una vez finalizado este paso, se debe aplicar una mano de un primer como puente de adherencia. Es recomendable sobre este tipo de sustratos colocar una malla de fibra de vidrio de 5×5 mm, la misma se colocará luego de colocar la primera mano del microcemento presionando con la llana para que la malla se incorpore al mismo. Cuando la primera mano esté totalmente seca, proceder con la segunda mano y como terminación deberá aplicarse como mínimo 3 manos de hidrolaca poliuretánica para evitar absorción y proteger la superficie aplicada.
  • Es muy importante este último paso, proteger si o si la superficie, ya que caso contrario la misma absorberá líquido y se manchará.
  • Se puede empezar a transitar con precaución a partir de 6 a 12 horas de aplicada la última mano de hidrolaca poliuretánica. La dureza final se alcanza a partir de los 21/25 días de terminado el trabajo.
  • No es apto para el tránsito vehicular y su mantenimiento puede hacerse con los productos habituales de limpieza doméstica.

Porcelanato sobre otro piso

El caso más común es partir de un piso de baldosas o piso de mosaicos, con varias décadas de uso, que ya empiezan a acusar recibo del paso del tiempo. Están desgastados; las juntas se van desgranando, o simplemente la moda los pasa por encima. Si la base está firme y nivelada, no habrá ningún inconveniente en colocar un piso nuevo, porcelanato en este caso, sobre otro piso existente, tomando algunos recaudos para que el trabajo quede asegurado.

Luego de verificar que el piso de mosaicos esté bien nivelado habrá que retirar todo vestigio de suciedad y grasitud que quede sobre el mismo. Lo ideal es recurrir a productos de limpieza en base a amoníaco. De esta manera se logrará abrir el poro del piso existente para facilitar la adherencia del que vayas a colocar. En algunos casos puede que no llegue a lograrse una buena superficie de anclaje o que el suelo existente sea esmaltado, como es el caso del piso cerámico, la buena noticia es que desde hace un tiempo el mercado ofrece pegamentos especiales (para poder colocar piso sobre piso), que tienen una excelente capacidad de adherencia sobre bases esmaltadas o de poca absorción. En general se puede habilitar el uso a sólo 12 hs de su colocación.

Uno de los pocos inconvenientes de colocar piso sobre piso con este tipo de materiales (cambiar el suelo sin obras), es la necesidad de tener que hacer algún rebaje bajo las puertas para compensar el espesor del cerámico y permitir su apertura. De todas formas, este recorte no suele ser mayor a 10 o 12mm. Estas son de las opciones más recomendables en pisos para patios por su resistencia a la exposición a la intemperie y la facilidad de mantenimiento.

Suelos de vinilo

Una de sus grandes ventajas es que no necesita grandes esfuerzos. Tienen una capa impresa de acabado, algo que ofrecerá un sinfín de diseños. Pueden imitar sin problemas cualquier otro material, como por ejemplo la madera o el mármol. Es un material muy resistente, hipoalergénico y con propiedades aislantes. Además de la gran variedad de modelos, su colocación es muy sencilla, en especial los de su versión autoadhesiva, ya que vienen con un pegamento en su cara inferior y sólo es necesario tener la superficie limitada (no es necesario quitar el suelo anterior). Se comercializan en varias presentaciones: suelos vinílicos en rollos continuos de hasta 20m de largo y espesores de 1 a 4mm o como pisos vinílicos encastrables, en tablas o listones o baldosas (un poco más rígidos), de mayor espesor aún. Se utiliza un pegamento o adhesivo especial.

Hay que tener algunas consideraciones antes de elegir estos pisos: En la versión más fina de los pisos vinílicos habrá que tener cuidado con el peso que se les apoya, ya que pueden producirse roturas. También hay que evitar apoyarles objetos muy calientes y recomendamos no utilizarlos en pisos radiantes. Lo mismo sucede con su exposición directa a los rayos del sol, que puede decolorarlos. Otro aspecto a tener en cuenta es que la superficie o base no debe ser muy rugosa o irregular, ya que el piso vinílico es un producto flexible, y una vez instalado puede quedar ondulado o marcado con el tiempo. Lo mismo si el piso existente tiene las juntas muy marcadas o hundidas. En estos casos habrá que nivelarlo.

La instalación de estos pisos no es recomendada en ambientes externos debido a los daños causados por estar a la intemperie, ni en cocinas industriales, por la alta temperatura que se desarrolla en esos ambientes.

 

¿Ya sabes con qué material vas a cubrir tu piso?