La decoración de paredes es todo un arte, y como el arte tiene muchas ventajas, ya que siempre están surgiendo ideas nuevas, cuando querés darle un cambio al look del dormitorio o el comedor, siempre podés comenzar por las paredes. Recrear una pared con estilo puede ser fácilmente logrado jugando con las texturas y colores favoritos. Decorar las paredes de una forma ingeniosa puede ser la mejor manera de hacer una declaración de estilo en todos los espacios y habitaciones, ya que se pueden crear acentos en cada una, mediante la incorporación de una pintura, un arte abstracto o simplemente por medio de la incorporación de un tapiz que llame la atención.

Si bien, han estado de moda en los ́80, volvieron y son tendencia, ahora se caracterizan por tener un estilo más bohemio. Esto los convierte en un objeto perfecto para ambientar tu casa. Los tapices son útiles para dar una sensación cálida y acogedora en nuestro hogar, convirtiéndose en la pieza central del diseño de un espacio. El tapiz tiene el poder de cambiar drásticamente un ambiente. Su mantenimiento es sencillo y suelen durar muchos años. Aportan notas de color a la pared y combinan con habitaciones nórdicas, industriales, mediterráneas y étnicas. Son elementos indispensables en la decoración estilo boho. Los hay desde los más clásicos a auténticos tejidos trenzados en forma de lienzos. Desde colores pastel hasta estampados en colores vivos y diferentes texturas. Un tapiz de lana gruesa con motivos geométricos puede ser el protagonista de un living étnico.

Un tapiz en tonos fríos es perfecto para matizar una casa demasiado cálida mientras que uno en color rojo o naranja resulta perfecto para contrastar espacios demasiado fríos. Los tonos verdes son perfectos para descansar la vista y los azules dan sensación de calma y amplitud. Los colores más luminosos son perfectos para aprovechar la luz natural. No descartes el tapiz blanco sobre pared blanca. Aporta textura a la pared sin recargar el espacio, además de ser perfecto para ambientes nórdicos.

Siempre las propuestas sencillas con accesorios y adornos económicos, le darán a tus paredes un nuevo look. Así que, hoy te mostramos una gran idea para que lo hagas vos mismo.

Para hacer estos tapices necesitás:

-Semicírculo de madera

-Aro de bastidor

-Lana o Hilo de algodón

-Pistola de silicona

-Silicona en barra (para usar en caliente con la pistola)

-Cepillo

-Spray fijador para el pelo

El paso a paso:

1- Podés encargar los semicírculos en una maderera, o podés hacerlo con fibrofácil, cartón, corcho o reciclar alguna tablita para asado.

2- Para sostenerlo cortá por la mitad el aro de un bastidor y pegalo en la parte de atrás.

3- Para los flecos, cortá tiras de 1 metro. Podés elegir cualquier hilo o lana, del color que más te guste y que combine con el espacio donde va a estar colgado. También podría ser hilo de macramé e incluso teñirlo, todo parejo, sólo en las puntas o con algún degradé.

4- Luego agarrá una de las puntas de la tira y empezá a pegar, una por una Pegalas bien juntas. No escatimes con la lana porque queda más lindo bien tupido. Lo mejor y más rápido, es usar la pistola de silicona.

5- Una vez que esté colgado, peiná el hilo o la lana. Cepillá bien y rociá con el fijador de pelo. Esto sirve como protección, además de endurecer un poco y sellar.

6- Luego, cortá la base para emprolijar. Acá también podés elegir según tus gustos. Podés hacerlo recto, en semicírculo o en diagonal.

Tips: Otra variante para reemplazar el semicírculo de madera, es un aro de metal o un bastidor redondo, de los que se usan para bordar. Una varilla o listón de madera es otra buena opción, incluso algún espejo que puede estar roto, ¡no lo tires si te gusta la forma que quedó! lijá el borde y listo.

Una propuesta interesante es conseguir una rama y colgar de ella lo que más te parezca. Dejá volar la imaginación y agregale borlas, pompones, plumas, trenzas, cuentas de maderas, etc. Jugá con las alturas y colores. Separá las tiras una vez pegadas y formá grupos, atalas con hilo del mismo color o con otros colores y diseñá el tapiz que quieras. Sólo tenés que ir probando.

Otra alternativa en cuanto al diseño del tapiz, es pegar un extremo de la tira y el otro extremo pegarlo en el extremo opuesto del soporte (semicírculo, varilla o listón). En este caso necesitarás la mitad de las tiras.

Sin dudas, si tenés habilidades para el macramé, tenés que desplegarlas en un tapiz. Solo elegí el modelo que más te guste y seguí el patrón. Hay para todos los gustos según el grado de dificultad que tenga.