Pintar las paredes con stencil es una de las maneras más económicas de transformarlas.

En general, podemos decir que es fácil, sin embargo, requiere de paciencia. La rapidez con que pintes depende del modelo de stencil que elijas (hay unos en los que no se pinta tanto y otros en los que se pinta mucho) y por supuesto, de la superficie que vayas a pintar.

Materiales que se necesitan:

-Adhesivo reposicionable en spray (opcional)

-Rodillo

-Pincel o esponja

-Cinta azul (pintor)

-Pintura

-Stencil

También vas a necesitar nivel, alguna bandeja para la pintura y trapos.

Antes de empezar, es necesario que tu pared esté lista, es decir, debidamente pintada con el color que quieras que quede de base (deja secar por al menos 24 horas antes de usar el stencil sobre ella).  Además, recomendamos hacer algunas pruebas antes de usarlo en su lugar final. Podés probar en algún otro sector, (la pared del patio, por ejemplo) o incluso en un cartón. Practicá tu técnica y asegurate de que la combinación de colores te gusta antes de pintar tu pared.

El primer paso es encintar tus paredes con cinta azul.

No uses cinta regular porque despega la pintura de la pared. Este paso es importante, sin embargo, si sos prolijo podés pintar sin encintar. ¡Ojo! No dejes la cinta azul varios días porque también a veces despega la pintura de la pared. Tené mucho cuidado de no pintar las otras paredes o el techo, y si sucede, pasá rápido un trapo húmedo, para retirar la pintura y listo.

El segundo paso es acomodar tu stencil.

Lo recomendable es empezar por la parte superior izquierda, sin embargo, esto también depende del modelo de plantilla que uses y de la dimensión de la pared, por ejemplo, en algunas ocasiones conviene hacer los cálculos para que el diseño quede centrado en tu pared. Algo muy importante al acomodar tu stencil es usar un nivel. No te dejes llevar por la inclinación del techo o la pared, ya que muchas veces no están rectos. Para fijarlo a la pared, usá cinta azul o el adhesivo en aerosol. De esa manera, queda fijo a la pared, y no se levanta ninguna esquina, y la pintura no se “mete” en lugares no deseados.

El tercer paso es pintar con el rodillo.

La clave para pintar con estas plantillas es no usar mucha pintura. Para esto, colocá una pequeña cantidad de pintura en tu bandeja o plato, pasá el rodillo unas 3 o 4 veces y hacelo rodar sobre otra bandeja o papel absorbente para quitar el exceso.  Ahora pasá el rodillo con una leve presión. Como vas a usar poca pintura, tenés que dar varias pasadas del rodillo.

Si usás mucha pintura, se mete dentro stencil y el diseño elegido no queda prolijo, sino irregular.

El cuarto paso es levantar el esténcil y disfrutar los resultados

Podés levantar con mucho cuidado el stencil de una esquinita cuando empiezas a pintar, para verificar que todo vaya bien, y luego regresarlo a su lugar para terminar de pintar.

Estos son los pasos básicos para pintar con estas plantillas. Pero, ¿qué pasa con los diseños que son continuos?

La mayoría de los stencils tienen marcas de registro que se tienen que superponer a lo que ya hayas pintado. De esa manera, el diseño continúa. De todos modos, aunque uses esas marcas, recomendamos siempre usar el nivel.

Generalmente no es necesario esperar a que seque la pintura antes de superponer la plantilla para pintar nuevamente ya que las capas son tan delgadas que la pintura se secará casi en cuanto termines. De cualquier manera, tocá ligeramente para asegurarte que esté seca. Por el mismo motivo tampoco es necesario limpiarla cada vez que la reposicionás, salvo que se llegue a formar una capa gruesa de pintura. Si vas a pintar una pared grande, probablemente tengas que comprar dos o más, para que no pierdas demasiado tiempo limpiándola.

Detalles finales

Hay detalles que vas a tener que completar con pincel y a trazo libre, como por ejemplo, en donde hay caja de enchufes.

Aún con poca pintura y usando spray reposicionable, algunas veces la pintura se te pasará por debajo del stencil, sin embargo, son detalles que no son visibles a un metro de distancia. Recordá que se trata de un trabajo artesanal –no es un empapelado-. Aquellos detalles que sean muy visibles pueden ser corregidos con un pincel fino.

Después de tanta explicación, ¡me parece que llegó el momento de empezar! ¡Manos a la obra y a disfrutar de tu creación!