Aunque llevamos años con la tendencia minimalista en decoración, en los últimos tiempos hemos podido observar cómo la vuelta a lo retro y a lo vintage nos ha hecho llegar a una tendencia que veremos mucho este año y posteriormente: la decoración maximalista

La historia del maximalismo parte desde los años 60s para hacer frente al minimalismo y combinar todos los estilos logrando armonía. Se caracteriza por los espacios sobrecargados, con diferentes colores y diferentes texturas formando una decoración muy llamativa.

La tendencia maximalista viene directamente influenciada por la decoración clásica. Por eso es frecuente ver cuadros con marcos muy clásicos en un ambiente con aires modernos. Los cuadros son una de las grandes apuestas en el maximalismo. Acá te damos algunas ideas y claves de este estilo, especialmente para quienes se consideran amantes de los colores llamativos, los estampados, los brillos y todo lo que genera impacto.

Otra tendencia maximalista que estamos viendo muy seguido en cocinas es la utilización de azulejos de colores para zonas concretas. Consiste en elegir azulejos de diferentes colores y colocarlos sobre una de las paredes o una zona de la cocina dando un aspecto muy sobrecargado, pero también muy alegre y nos recuerda a esos patios llenos de plantas y colores.

Las cocinas maximalistas presentan sin complejos tonalidades que las destacan y subliman. Podemos pensar en paredes pintadas en tonos vibrantes, o empapelados de flores, incorporar combinaciones de paneles y azulejos, lámparas de techo con grandes volúmenes e importante grifería.

Donde más podemos observar esta tendencia es en los livings, y podemos verlos de estilos muy diferentes, con espíritu exuberante, siguiendo unos mismos patrones de colores, texturas y estampados distintos. Todas las formas y acabados que salgan de lo convencional son una de las claves para decorar con este estilo, y no se limitan a los espacios más comunes. En este caso podemos ver un salón muy clásico en la gama de colores rojos, rosados y morados. Se ha completado todo el espacio con toques en el estampado de las sillas, los veladores y en el almohadón animal print. Como eje central, un cuadro y las bibliotecas.

Otro de los aspectos característicos de este estilo es mostrar piezas y objetos decorativos, sobre todo si estos son vintage. Entre más objetos muestres, mejor. Por ello, puedes mezclar elementos de distintas alturas, patrones, colores y texturas, para conseguir un balance visual. Las piezas de arte poco convencionales son admiradas dentro del maximalismo, por lo que buscar piezas únicas es la mejor opción para decorar tu hogar con este estilo y dar un toque único a tus espacios. 

La mezcla de maximalismo y diseño industrial calza a la perfección, por el uso de metales y la tendencia decorativa rústico moderna. En este caso, con un aire mucho más descontracturado donde los colores no siguen una línea ni los estampados. Se observa calidez en el ambiente, con colores alegres, formas y detalles decorativos tratados de manera precisa y con buen gusto. Se repite la temática de un cuadro como eje central.

Se trata de un estilo algo ostentoso, con espacios llenos de estampados, tonalidades, texturas y formas, en el que cabe todo y más. Aunque pretende mantener una línea estética con algún tipo de equilibrio, no está atado a un esquema rígido. El maximalismo se olvida de los colores neutros para despertar los sentidos con colores brillantes y deslumbrantes. Lo ideal es conseguir cierta coherencia en la combinación, es decir no se trata de acumular elementos, ni objetos de decoración al azar, sino de escoger los que mejor cuadren con la habitación. Tiene la característica única de combinar varias corrientes estéticas en un mismo espacio, donde podemos encontrar estilos más modernos y también estilos clásicos de la decoración. Desde muebles antiguos a futuristas.

El maximalismo empieza a verse cada vez más en el diseño de interiores, un estilo lleno de texturas y colores, en el que las formas tienen la función de llenar de riqueza visual el entorno, con formas y acabados sofisticados. Un estilo atrevido y ecléctico que incorpora piezas dramáticas al entorno.

Lo mejor de esta tendencia es que da pie a contener en él los gustos de cada persona, dando la libertad para incluir cualquier objeto sin la necesidad de romper con un patrón establecido. Todo vale, siempre que combine de alguna manera con el resto de objetos, desde algún mueble, elemento o pieza heredada, o lo que más te guste. En cuanto a los dormitorios, se puede jugar con empapelados decorativos y cabeceras llamativas. 

Por último, si no querés decorar un hogar entero con decoración maximalista podés optar por elegir algún rincón o pasillo de tu casa y decorarlo con esta tendencia, llenándolo de cuadros contemporáneos, fotografías artísticas o una combinación de varias estanterías y recargarlas con diferentes motivos, estatuas, portaretratos, distintos tipos de libros por ejemplo, aportando color y diversión a ese rincón. Tener una pequeña colección ecléctica de arte es lo ideal. Cuanto más puntos de los que mencionamos se incluyan, mejor se representará esta filosofía. El maximalismo nos permite ser fieles a quiénes somos y expresarnos cómo tal, dejando atrás lo que se considera correcto o “moderado”.  Asegurate que no haya puntos desnudos en la habitación. Aprovechá y decile “adiós” a la decoración aburrida, convencional y escasa.

Cómo vimos, es un estilo muy jugado en la decoración, descubrimos que los límites no existen. Sus características nos llevan a considerar cómo podemos combinar todo lo que tenemos y que se vea bien. De lo que estamos seguros, es que si decidís tenerlo en cuenta, no te aburrirás decorando.
¿Qué te pareció este nuevo estilo? ¿te reconocés en él?