El ahorro energético tiene una importante relevancia en los hogares argentinos. Cómo ahorrar electricidad y qué aparatos consumen más, es una de las preguntas que más nos hacemos. Además del beneficio económico, usar la energía de manera eficiente ayuda a cuidar el medioambiente sin renunciar a las facilidades de los aparatos eléctricos. 

El consumo promedio de un hogar varía de acuerdo a la estación del año, los metros cuadrados de la vivienda, la cantidad y tipos de artefactos eléctricos en uso, el número de habitantes y la cantidad de horas que se esté en la casa.

El uso de cada vez más electrodomésticos y el mejor estándar de vida son responsables también en parte de que cada vez consumamos más recursos en nuestras casas. A nadie se le ocurre decir que para ahorrar debamos dejar de utilizar el horno, el microondas o la heladera, pero sí que es cierto que cuando utilizamos estos aparatos de la forma correcta podemos ahorrar gran parte de la energía que diariamente desperdiciamos por hacer de ellos un mal uso.

Para un consumo eficiente de la electricidad

  • Aunque parezca obvio, apagá todo lo que no estés utilizando.
  • Los sensores de movimientos son muy útiles para depósitos, vestidores, y cualquier lugar que no necesite tener por largo tiempo la luz encendida.
  • Utilizá electrodomésticos de Clase A, que son los más eficientes en su funcionamiento. Una heladera es el electrodoméstico que más electricidad consume (en general el 40 – 50% de una casa).
  • Usar lámparas LED y mantenerlas limpias, ya que si están sucias o en mal estado, pierden hasta un 50% de luminosidad.
  • Abrir la heladera la menor cantidad de tiempo posible y, cuando no se use asegurar que esté la puerta bien cerrada. Ubicarla por lo menos a 15 centímetros de fuentes de calor, paredes o muebles.
  • Lavar la mayor cantidad de ropa con el programa económico. En lo posible usar siempre agua fría ya que la caliente consume un 80% más de energía.
  • Planchar la ropa en una sola tanda. Consume menos electricidad cuánto más tiempo seguido la usás.
  • En televisores y reproductores de audio, evitar el temporizador, el encendido instantáneo y la posición de espera o stand by.
  • Apagar la computadora cuando no se usa, ya que el consumo en modo «Espera» equivale hasta un 70% del consumo en modo «Encendido». En la mayoría de los hogares el consumo de energía derivado de mantener los aparatos en standby supone entre un 5 y un 10% del total de la energía consumida, mientras que en oficinas supone una cantidad mucho más significativa. Los consumidores no son conscientes de que al no apagar completamente sus aparatos eléctricos y dejarlos en modo de espera o standby están derrochando energía.
  • Poner el aire acondicionado a 24° C en verano y a 20° C en invierno y al menos cada seis meses, limpiar los filtros del equipo.
  • Comprobá que la instalación eléctrica no tenga fugas. Para eso, desconectá todos los aparatos eléctricos; apagá todas las luces y verificá que el disco del medidor no gire; si el disco sigue girando, mandá a revisar la instalación.
  • Desenchufá el cargador del celular cuando éste ya esté cargado. Si se deja enchufado, seguirá gastando energía.
  • Aislá puertas y ventanas, así evitarás perder el calor
  • Aprovechá la luz natural para iluminar y calentar

Para conseguir una vivienda eficiente energéticamente es necesario implementar una serie de medidas que, en realidad, están al alcance de todos. Uno de los elementos clave es lograr un consumo óptimo de los electrodomésticos. Cambiar las lámparas comunes por unas de bajo consumo, que su vida útil puede triplicarse, en el largo plazo, supone un considerable ahorro en todos los sentidos. También el optar por lavavajillas, hornos o microondas eficientes. En el caso del aire acondicionado, cuyo consumo suele ser elevado, los ventiladores de techo pueden cumplir muchas veces la misma función, recortando de manera significativa el consumo eléctrico.

¿Qué es el etiquetado de eficiencia energética?

La eficiencia energética es el conjunto de acciones que permiten mejorar la relación entre la cantidad de energía consumida y los productos y servicios que se obtienen a partir de su uso, sin afectar la calidad de vida de los usuarios. El etiquetado de eficiencia energética es un sistema de clasificación de los equipos y artefactos eléctricos que permite conocer su eficiencia en el uso de energía durante su funcionamiento. Esta clasificación se realiza mediante etiquetas. Las etiquetas son rótulos informativos adheridos a los productos, que le brindan información a los consumidores para la toma de decisiones.

¿Para qué sirve?

El etiquetado proporciona información para que los consumidores puedan tomar una decisión más consciente y, de este modo, optar por aquella alternativa más eficiente. Asimismo, el etiquetado estimula a los fabricantes a diseñar productos que logren la mayor eficiencia energética posible. El resultado buscado es disminuir el consumo de energía eléctrica en hogares, oficinas y edificios en general. Al disminuir el consumo de energía no sólo se disminuyen las emisiones de CO2 sino que también se reducen las emisiones de dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, partículas y otros gases tóxicos y aerosoles que contribuyen al calentamiento global.

¿Cómo se clasifica el nivel de eficiencia?

Existen 7 clases de eficiencia energética, representadas por letras, desde la A hasta la G, siendo A la clase más eficiente. Es así como:

  • Los artefactos eléctricos clase A consumen aproximadamente un 50% menos de energía que los que presentan un consumo medio.
  • Los artefactos clase B consumen entre el 50% y el 25% menos que los que presentan un consumo medio.
  • Los artefactos clase C consumen entre el 25% y el 10% menos que los que presentan un consumo medio.
  • Los artefactos clases D y E son los que se considera que tienen un consumo medio.
  • Los artefactos clase F consumen entre el 10% y el 25% más que los que presentan un consumo medio.
  • Los artefactos clase G consumen un 25% más que los que presentan un consumo medio.

Existen 7 clases de eficiencia energética, representadas por letras, desde la A hasta la G, siendo A la clase más eficiente. Es así como:

  • Los artefactos eléctricos clase A consumen aproximadamente un 50% menos de energía que los que presentan un consumo medio.
  • Los artefactos clase B consumen entre el 50% y el 25% menos que los que presentan un consumo medio.
  • Los artefactos clase C consumen entre el 25% y el 10% menos que los que presentan un consumo medio.
  • Los artefactos clases D y E son los que se considera que tienen un consumo medio.
  • Los artefactos clase F consumen entre el 10% y el 25% más que los que presentan un consumo medio.
  • Los artefactos clase G consumen un 25% más que los que presentan un consumo medio.