El piso en una casa es tan importante como otros elementos. A veces necesitamos darles una nueva cara a los diferentes espacios y no lo hacemos por miedo a encarar grandes obras. Los pisos flotantes son una excelente opción, son pisos que se pueden colocar sobre superficies ya existentes, solucionando las exigencias de casi cualquier ambiente. Se lo llama “flotante” porque no se fija al piso base. Se pueden instalar sobre superficies como porcelanato, vinilo, madera, cerámico y cemento. Es muy sencillo de colocar, lo cual facilita su uso a las pocas horas de ser puesto, y no necesita ningún tratamiento extra como barnizado, por ejemplo.

Sabemos que estás impaciente por comenzar a renovar tu hogar, pero antes hay algunas cosas que debes tener en cuenta. Primero, saber que materiales y herramientas vas necesitar, luego calcular cuánto será necesario comprar para llevar adelante este proyecto. Para esto, es muy sencillo. Tenés que despejar la habitación en la que vas a trabajar y medir el largo y ancho del ambiente. Multiplica ambas cifras y tendrás el área a cubrir. Esta medida también te servirá para saber el tamaño de la manta aislante que necesitarás, pero no nos adelantemos.

¿Cuántas cajas de piso flotante comprar?

Los fabricantes indican en el etiquetado el rendimiento de cada caja, el cual varía según las planchas. Al realizar el cálculo, se divide el área total de la habitación por la cifra de rendimiento indicada en la caja. Por ejemplo, si la caja rinde 2,5 m2 y la habitación a cubrir tiene un área total de 12 m2, entonces necesitará 4,8 cajas.

Se recomienda comprar un 10% adicional para cubrir las mermas de material durante la instalación, especialmente por los cortes. Comprar una o dos cajas adicionales para tener material en caso de que en el futuro deba reemplazar algunas planchas.

Es hora de elegir el piso que queremos colocar, preparar los materiales y herramientas a utilizar.

Materiales:

  • Piso flotante:  Viene en cajas cerradas y apilables. La cantidad depende de las dimensiones del área a cubrir y del piso elegido.
  • Manta o espuma aislante: Viene en rollo de 1m de ancho por la cantidad de m2 necesarios. Es una base niveladora y amortiguante. Aislante acústico e impermeable al agua y al vapor.
  • Zócalos: Se calculan por metro lineal. Vienen de diferentes colores, materiales y diseños.
  • Varillas de terminación: Hay de distintos tipos. Se utilizan para tapar las juntas entre pisos diferentes o desniveles.

Herramientas:

Se sugiere tener a mano para iniciar la instalación las siguientes herramientas:

  • Lápiz 
  • Escuadra
  • Cinta métrica o regla
  • Sierra, cortadora circular o un buen cutter
  • Martillo maza de goma. Se puede reemplazar con un taco de madera y martillo común.
  • Cinta adhesiva
  • Pegamento sellador: Se utilizará eventualmente para darle terminaciones a las molduras entre juntas y zócalos o para pegar las varillas. 

Ahora sí, te dejamos una guía para que sepas cómo colocar un piso flotante. Para esto se debe disponer de una adecuada base de trabajo: superficie plana, seca y limpia.

Paso 1: Preparación de la superficie

Sacar los zócalos en caso de existir, procurando no dañar las paredes. 

Limpiar toda la superficie a cubrir con la ayuda de una escoba, aspiradora o lo que te sea más cómodo, revisando que no quede polvo ni elementos que puedan afectar en la superficie del suelo.

Los desniveles de más de 2 mm. Deben ser rellenados con cualquier masa niveladora.

Los suelos de madera desigual deben ser lijados o cepillados.

Dejá los paquetes o cajas abiertas durante 48 horas, antes de colocarlos en el ambiente en cuestión, para que el material se adapte al clima de la habitación.

Verificá que las tablas no tengan defectos.

Paso 2: La colocación del piso flotante

Sobre la superficie bien limpia y seca estirar el rollo de espuma o manta aislante de lado a lado de la habitación en el mismo sentido que irán las tablas a lo largo. Nuestro consejo es que coloques las tablas en paralelo con la dimensión más larga del ambiente. Dejar unos centímetros de manto extra que sobresaldrá de los bordes y luego serán cortados con tijera o trincheta. Esto último es para asegurarse que toda la superficie esté cubierta por igual. Cortar donde sea necesario el rollo y a medida que se avanza con las tablas ir colocando más aislante. Se puede unir con cinta adhesiva para que no se muevan las partes entre sí del manto y no será necesario ningún pegamento o clavado extra al suelo.

Comenzando por una esquina, a una distancia de por los menos 10 mm de las paredes, unir las tablas haciendo click en el empalme y formando con juntas continuas una tira larga hasta llegar al otro extremo de la habitación. Se recomienda comenzar de a filas ya que luego será más fácil hacer las uniones en paralelo empalmando todas a la vez.

Con paciencia y dedicación ir uniendo las tiras paralelamente, una al lado de la otra utilizando el sistema de click y ayudándose con unos suaves golpes con el martillo de maza de goma para asegurarse que las uniones queden bien apretadas. Las placas se unen con un sistema comúnmente denominado clic, sin adhesivos (sistema de ranura y lengüeta). Los laterales se deslizan uno en otro a 45º y quedan trabados al bajar y dejar en forma plana. Si necesitás destrabarlas tendrás que levantarlas a 90º.

Verificá la continuidad de la veta en cada empalme de las tablas.

Para garantizar la separación de las paredes se utilizan cuñas, las cuales deben retirarse después de 24 hs. de terminado el trabajo.

Paso 3: Cortes de excedentes

Por lo general es necesario cortar la última pieza de cada hilera, ayudándose con una escuadra o regla y lápiz y usando el serrucho o la sierra caladora para realizarlo. Esta pieza excedente que va a ser el comienzo de la segunda hilera (y así no tener desperdicio) es la que determina el trabado de las tablas por lo que no debe ser inferior a los 40 cm de longitud.

En algunos casos las paredes tienen elementos salientes de columnas o cambios de direcciones. Allí también habrá cortes a medida ayudándose con las mismas herramientas. Guardar los cortes que sobren para utilizar de forma de taco para el siguiente punto.

Paso 4: Espaciado de bordes de dilatación

Como ya vimos en la colocación de la primera tabla, el perímetro de borde de todo el piso debe quedar espaciado de al menos 10 mm de las paredes. Esta distancia se deja para que en verano o bajo altas temperaturas el piso se dilate y tenga espacio para hacerlo. De este modo se evita que se arquee innecesariamente y trabaje libremente la dilatación y contracción propia. Podemos ayudarnos con taquitos de cortes del mismo piso para ir colocando todo sin que se corra de lugar. Luego este espacio quedará cubierto bajo el zócalo.

Paso 5: Pegado de zócalos y varillas de terminación

Una vez cubierto todo el ambiente se cortan los excedentes de la manta. Sobre estos bordes se pegan los zócalos o molduras con cortes a 45° para mejor terminación. También es momento de pegar las varillas de terminación sobre los desniveles o bajo puertas.

Las varillas se utilizan para cubrir los encuentros entre los diferentes pisos, salvando desniveles o cubriendo espacios destinados a dilatación.

Los zócalos se utilizan en el perímetro para cubrir las juntas de dilatación necesarias en encuentros de piso con pared o zócalos existentes que no sean removidos. El modo más usual de colocación para los zócalos es el de pegado sobre la pared.

Mantenimiento de Pisos Flotantes

El mantenimiento es tan simple como la aplicación. Por lo general es suficiente con realizar un simple barrido o limpiar con un trapo apenas húmedo. Para un tratamiento profundo, es recomendable utilizar un limpiador especial para este tipo de pisos. Es clave un trapeado regular y el uso de una aspiradora para eliminar rastros de polvo y tierra que evitará daños en su textura y diseño. Los derrames se deben limpiar inmediatamente. Ante este inconveniente, utilizar paños absorbentes o esponjas para eliminar el exceso de líquido. Se debe evitar el asentamiento de cualquier tipo de líquido durante períodos prolongados. Estos tienden a ingresar por las grietas laterales y levantar los pisos, además de manchar y dañar la capa protectora del material.

  • Mantenimiento en seco: aspiradora o lampazo.
  • Mantenimiento en húmedo: trapo bien escurrido con agua o detergente común.
  • No aplicar cera ni barniz.
  • No aplicar productos autobrillantes o abrasivos.
  • Absorber derrames de líquidos inmediatamente.
  • Poner fieltro en las bases de las patas de las sillas, sillones y muebles en general. En lo posible, evitar su arrastre.

Teniendo en cuenta estas precauciones conservará su piso por muchos años como nuevo.