Si hace tiempo que ves que a tu cocina le falta vida, si tiene una decoración que antes te encantaba pero que claramente ha pasado de moda, o puede ser que la cocina de tu departamento nunca ha sido santa de tu devoción y te morís por darle una vuelta completa; sea lo sea, al final pasa lo de siempre, que no tenés el presupuesto suficiente para una renovación total. No nos creerás, pero muy poco dinero se puede estirar para darle a tu cocina un digno ‘makeover’ y que parezca otra, mucho más linda y actual, sin tener que meterte en obras ni pedir un préstamo al banco. Aunque tu reforma integral tenga que esperar, hay otros cambios más pequeños, sencillos y especialmente rápidos que podés hacer para conseguir darle ese aire fresco y moderno en un abrir y cerrar de ojos. No renuncies a cambiar de aspecto tu cocina por contar con un presupuesto ajustado. Te damos ideas para que tu cocina luzca como nueva sin tener que gastarte una fortuna.

El poder de la pintura

Cuando los muebles están todavía en buen estado, podés aprovechar para darles a las puertas del bajo mesada o la alacena un buen cambio de imagen. ¿Cómo? Con un recurso fácil y completamente renovador, el de la pintura. Buscá un esmalte especial para muebles en el color que más te guste, limpialos bien, dales una capa de imprimación y finalmente pintalos.

Lo mismo con las paredes y azulejos. En blanco tu cocina siempre se verá más amplia y luminosa, pero también podés apostar por el color. ¿Qué tal una pared en algún tono rosa o verde? En el caso de los azulejos, pintalos con esmalte para azulejos, tiene muy buen poder cubritivo y lo podés aplicar en las juntas también.

Respecto a los colores, tené en cuenta los tonos, si por ejemplo los colores que predominan en el mobiliario o en la mesada son oscuros, es mejor optar por tonos más claros para las paredes, para que haya contraste. Lo mismo si sucede, al contrario.

Cambiá los tiradores

Deshacete de esos antiguos y buscá algunos más modernos, pueden ser en tonos bronce, dorado o negro, que están en tendencia. También podés usar tiras de cuero o material similar para darle ese toque, si es que va con tu estilo de cocina. Te sorprendería saber el efecto tan renovador que tiene un cambio de tiradores en las puertas de los muebles. Las posibilidades son casi infinitas, aunque lo más recomendable es que trates de combinarlo con algún accesorio de la cocina. Por ejemplo, si los electrodomésticos están en acabado acero, que los tirados también lo estén.

Barra o mesada como nueva

Sin duda uno de los cambios que más conseguirán transformar el aspecto de tu cocina tiene que ver con las mesadas. A veces basta con cambiarla de color y ponerla nueva para que la cocina quede prácticamente irreconocible. La variedad de precios y materiales es sorprendente. A veces no hay que hacer un gran desembolso para poner otra que renueve tu cocina. La opción más económica es pintarla (habrá que lijar la superficie, limpiarla bien, aplicar imprimación, lijar y limpiar de nuevo, pintar y proteger), ya que es una superficie que constantemente tiene objetos y elementos encima que rozan y pueden desgastarla. Si la mesada o desayunador es de madera, podés utilizar una laca. Vienen con base solvente y al agua, con lo que hace más sencilla su aplicación. Pero, si querés tener una mesada de granito, silestone o de acero inoxidable, existen vinilos de imitación con los que conseguirás cumplir tu deseo. Tanto la pintura como el vinilo son convenientes en tramos de mesada que no estén en constante uso ni roce ya que requieren de mayor cuidado. No se le puede apoyar fuentes calientes, por ejemplo, ni cortar directamente sobre ellos.

Revestimientos renovados

¿Sabías que también podés cambiar el suelo de la cocina sin levantar el viejo ni hacer obras? Eso sí, el piso debe estar bien nivelado. En el mercado encontrarás pisos flotantes, laminados, vinílicos o cerámicos en atractivas tramas y colores que harán que tu cocina parezca otra. Son muy lindos los que imitan maderas, por ejemplo. De nuevo, en este caso, el consejo es que busques un color que contraste con los muebles. Otra opción muy elegida es el microcemento alisado. Vienen en muchas tonalidades y puede aplicarse sobre un piso existente, incluso para alguna pared. Lo interesante también es que si nos animamos podemos hacerlo nosotros mismos y seguir ahorrando un poco de dinero.

Los vinilos para pared, son una excelente forma de renovar la estética de la cocina, vienen con diseños increíbles: cerámicos subway, hexagonales, mármol, etc. Uno más lindo que otro, sólo tenés que decidirte.

Cambiá las lámparas

De todas las opciones, probablemente esta es una de las más fáciles y rápidas de hacer. Buscá lámparas que te gusten y dejá que se haga la nueva luz en tu cocina. Tenés lámparas colgantes muy distintas para elegir, de acero inoxidable, de ratán, de plástico, de fibras naturales, de metal y también podés optar por focos empotrados, entre otras opciones.

Es importante que sepas el grado de luz natural que entra por las ventanas, o si es una cocina interior, el estilo de este espacio, los colores… 

Incluso el tipo de foco que elijas es importante y puede cambiar el aspecto de este espacio de tu hogar. Tradicionalmente, las cocinas tienen luz blanca, que inconscientemente asociamos con espacios limpios, pero más bien fríos. Si querés dar calidez, probá con focos amarillos.

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Pensá en agregar otros puntos de luz, encima de las alacenas, a lo largo de la mesada, barra, isla o en el techo. Las tiras led son una excelente opción porque además de ser bastante accesibles, son fáciles de aplicar y ¡dan ese toque enseguida!

Sumá estantes y elementos decorativos

¿Necesitas más espacio para organizar? La solución está en los estantes que funcionan también como un elemento decorativo. Podés optar por solo uno o dos estantes muy simples y discretos para colocar utensilios o alimentos que uses frecuentemente, o si no querés hacer agujeros en las paredes siempre tendrás la opción de elegir un estante donde poder crear un espacio del café, colocar el microondas u otros electrodomésticos que estén robándote espacio en la mesada. ¿Cómo ves unos estantes de madera con hierro sobre la barra o la isla?

Más barato imposible: vamos a reciclar y reutilizar algunas cosas que tenemos por casa. Nuestra primera recomendación es que vayas guardando los frascos de vidrio de algunos alimentos para después aprovecharlos para guardar cereales, arroz, pasta, etc. Además de ayudarte a tener una organización más eficaz también sirven como elementos decorativos. No te olvides de anotar la fecha de caducidad de esos alimentos en los frascos.

¿Dónde están esos libros de recetas y revistas que tenés guardados en un cajón? ¡Usalos como parte de la decoración! Tal vez así, teniéndolos más a la vista hasta te hagan probar más de una receta (¡vamos!, a sacar el chef que tenés dentro).

Algún que otro repasador lindo, bandejas, tablas de madera también suma un montón.

Para las paredes, algunos cuadros temáticos o con alguna frase divertida (olvidá el cuadro de las frutas, por favor).

Un poco de naturaleza en el interior le dará un look súper lindo a tu cocina, podés poner plantas o tener una mini huerta; es práctico, económico y le agrega ese toque fresco y natural.